Wednesday, December 06, 2006

Volví, HDP!

Sí, después de una larga laguna tecnomental (esto de tener setenta cuentas de mail con setenta password diferentes y cuarentaycinco passwords más para las tantas otras páginas que visito y que necesito registro a veces puede ser un poco poco práctico) volví al ruedo de seguir con esta bonita página (no) musical.
Estamos a pocos días ya de terminar el año y uno siente y ve cómo el calor, el stress de las fiestas y del trabajo, y la vida misma nos llevan a estar un poco más hijosdeputa que el resto del año. Porque, si hacemos un cuadro comparativo del nivel de hijodeputez que uno tiene mes por mes, el resultado sería algo así:
ENERO: Nada. Vacaciones. Atrás quedaron las fiestas, las reuniones, los regalos. Hace calor y si no te fuiste todavía te vas a ir muy pronto, así que la cabeza está allá, lejos, en la playa.
FEBRERO: Seguís con la tara de vacaciones. Como en la tele, todo está de relleno y no parece haber problema que vaya a durar el resto del año. Estado total de felicidad.
MARZO: Empieza al quilombo. El volúmetro de hijodeputez toidavía está bajo, pero ya se empieza a setir que hay algo raro, que el tiempo de descansar ya terminó, que las chicas empiezan a abigarse de nuevo y los jefes a borrar sus relajadas sonrisas de sus caras.
ABRIL, MAYO y JUNIO: (acorto porque si no se hace eterno). El año está casi a la mitad y antes de que te des cuenta hay que cerrar balances, hacer cajas semestrales y ésas tantas cosas que siempre parecen entender otros y nunca uno mismo. Nivel medio de hijodeputez, porque te vas dando cuenta de que si seguís en bavia en cualquier momento te descienden (que es lo contrario de que te asciendan, obvio).
JULIO, AGOSTO y SETIEMBRE: ¿Cómo que faltan unos meses para que termine el año? Hay que correr y empezar a cumplir las promesas hechas en Diciembre del año pasado, hace apenas... nueve meses! Uno trata de arreglar el botón del inodoro, de empezar esa novela que anda boyando hace siete años y de ver esa película pirateada comprada en el 95 y que nunca tuviste tiempo de ver (cómo se llamaba... "Esperando la carroza?")
OCTUBRE, NOVIEMBRE y DICIEMBRE: Al nivel de estrés del trimestre pasado se suma el de no haber hecho nada de lo que se trató de hacer el trimestre pasado. El juefe tiene los huevos al plato de la llegada tarde de los empleados, las faltas, las peleas por las fechas de las vacaciones, los cierres anuales y todo eso... en vez de responder, ladra. O directamente, agarra la birome descartable y se la incrusta en la oreja para evitar seguir escuchándote. Todos podridos del trbajo, lo único que parece alegrarle la vida a alguien es ver cómo los demás se hunden en un abismo descontrolado de acusaciones y cagadas unos a otros. Lo bueno, falta poco para ls fiestas y las vacaciones... lo malo: hay que planificar las fiests y las vacaciones. Este año no hay fiesta de la empresa, y el premio del viaje a Cancún en el sorteo anual se lo ganó el cadete de 20 años que entró hace dos meses después de recorrer Europa de mochilero tras graduarse del terciario. Nivel de hijodeputez al mango, va a estallar el relojito y la aguja palpita en las frentes de todos.

Fin de año.
Dacapo.

Y encima, uno tiene que caminar al trabajo y esquivar a este tipo de HDP! Así no va la cosa!

Hijodeputómetro: Quehijo...!

Y si no nos volvemos a escribir hasta el año que viene... váyanse a cagar, HDPs!