Urbanísima
Me di cuenta de una cosa: encerrado como estoy las 24 horas del día en los auriculares de la radio, rara vez me doy cuenta de los HDP que me rodean, por lo que me veo obligado a criticar y acusar a aquellos HDP que se mandan demasiado grossas, y no simples actos de transgresión social que son fácilmente olvidables.
De esa forma, si camino por la calle a la mañana y veo a un HDP que tira un papel a la calle (sí, a vos te hablo!) en lugar de colocarlo dentro del cesto de basura correspondiente que tiene a dos metros, me indigno. Y mucho. Pero llámese cortesía, llámese respeto, llámese huevochupismo, lo puedo dejar pasar. A veces. La mayoría de las veces por lo menos.
Pero si a las ocho de la mañana de una primaveril jornada salgo a comprar facturas y me encuentro con ESTO... me pregunto... ¿QUE NECESIDAD HAY, HDP?
Hijodeputómetro: QUEHIJODE...!