Wednesday, October 18, 2006

Sanitariedad Urbana

O sea, está todo bien con la gente que quiere tener una apariencia más presentable a la hora de llegar al trabajo. Hasta soy capaz de aceptar a las que se maquillan en los colectivos, mientras viajan ...hay que ser una persona de pulso firme y resolución absoluta para pasarse un pincelito de rímel y no quedar como Ronald MacD (obviamente no me voy a poner a discutir sobre ESAS HDP que se maquillan en su auto mientras conducen... eso mejor dejémoslo para otro día).
Pero si hay algo REALMENTE desagradable es estar viajando y que al lado tuyo alguien esté cortándose las uñas. Porque las uñas no dejan de ser tejido muerto que se acumula (o lo que corno sea, no se hagan ahora los conocedores de la anatomía humana para venir a corregirme), y la verdad es que no tengo ganas de andar sacándome de encima los difuntos restos de otros porque el adminículo cercenador no cuenta con un receptáculo contenedor de deshechos. ¿O acaso no sabía usted que el 75 % de la pérdida temporal de la visión en uno de los ojos es debido a los restos cuticulares expelidos por los famosos y hogareños cortauñas?
Y ESTA HDP, como muchos otros en los transportes públicos, se estaba cortando las uñas. ¡Ojalá que se te infecten las cutículas y te tengas que amputar el dedo!

Hijodeputómetro: QUEHIJADEPUT...!

2 Comments:

At 6:14 AM, Blogger Ale said...

Que turra malcojida... más allá de la uña volando, o en el piso, le falta ubicación! No podés cortarte las uñas en el colectivo... es como escupir en el ascensor, o mear en la escalera de incencios del edificio (en donde vivía antes hacían esas cosas, sucios de mierda)

Estaría bueno tener los huevos para decirle en el momento en que está haciendo esas cosas que no sea desubicada. Lo que pasa es que lo único que deseamos en ese momento es que no lo haga frente a nosotros, no que no lo haga... o eso pienso yo, que soy medio egoista.

 
At 9:14 AM, Blogger Señorita Cosmo said...

Lo que podrías hacer de encontrártela de nuevo en esa situación, es primero, ponértele adelante y después, justito justito en el instante en que el alicate baja, corta y hace "chac", pegar un grito terrible y agarrarte el ojo con la mano mientras decís casi llorando "¡MI OJO RECIÉN OPERADO!!!! ¡ME ENTRÓ UNA UÑA EN EL OJO RECIÉN OPERAAADOOO!!!".
Aunque capaz que es demasiado y con el grito sólo sería suficiente.

 

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